Palabras huecas es el microrrelato que presenté al concurso REC de esta semana. Esto de los concursos daría pra un debate largo. A mi, de momento me sirven para lanzarme a la escritura y así, ir acumulando relato tras relato. El dibujo es un boceto que tenía en el cuaderno de bocetos de 2011 y que en este caso puede ilustrar la entrada.
Por fin quietas, dice el aprendiz de escritor. Ha exiliado el
viento tras la ventana y ahora, las cuartillas yacen inmóviles sobre el
escritorio. Empuña la estilográfica y escribe hasta que acaba con el papel
blanco, después en los márgenes de los diarios, los marcos de las puertas, las
mesas y paredes. La sucesión de párrafos le llevan al exterior y cuando agota
la tinta, continúa escribiendo, rascando la corteza de los árboles con las uñas.
Le sangran las manos cuando se
acerca una joven curiosa y le pregunta: ¿Por qué escribes tanto?
Porque no sé lo que quiero decir, responde él.
Un boceto perfecto artista!
ResponderEliminarel micro, me encanta!! letras y más letras , y la clave que no aparece.
Abrazos
Aniagua, gracias por pasar.
ResponderEliminarSi pongo la mente en "standby" y la pluma en piloto automático, llegaré a escribir mucho para no decir nada.
Menos es más!
Enhorabuena Fernando!
ResponderEliminarEl ritmo que toma el texto conforme el personaje escribe sin parar me ha estremecido. El silencio del viento exiliado en el primer párrafo nos pone sobre aviso...no somos nada.
Un abrazo!
Buenas noches Fernando. Un buen micro para unas manos inquietas que has relacionado perfectamente con la ansiedad que produce el escribir mil millones dep alabras sin saber lo que se quiere decir al lector. Puede que por esa razón ...haya algunos escritores que debieran practicar el microrrelato para concentrar sus esfuerzos en unas pocas palabras.
ResponderEliminarFelicidades. A mí me ha gustado un montón y es de los mejores que he leído hasta ahora.
Un abrazo de Laura.
Qué buena respuesta, Fernando. Realmente a veces cuando me pongo a escribir aun no sé que es lo que quiero contar, sólo sé que quiero decir, hablar... Es como cuando tienes hambre y no sabes de qué, quiere masticar pero no te viene que es lo que te apetece tragar.
ResponderEliminarUn abrazo, company I
Jeje, me ha gustado el agotamiento sucesivo del material soporte. Por otro lado es una buen técnica, escribir y escribir. La palabra exiliado, aunque me gusta, quizás desentone con el estilo del resto del relato.
ResponderEliminarMónica, Sabés que es algo que nos pasa... escribes a todas horas, a veces en papel, a veces sólo de forma interior, sin llegar a plasmarlo, pero dando vueltas en la cabeza en espirales infinitas que expulsan ideas sin parar como la tinta se escapa del círculo.
ResponderEliminarLaura. ¿Qué decir? Gracias, espero ser capaz de mantener el nivel... Escribir sobre los que escriben es un bucle que siempre es más cercano para los que escribimos. Sin embargo, es un tema muy antiguo, así que si aún así he conseguido que guste me puedo dar por muy satisfecho.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Miguel Ángel... Escribir sólo por el placer de escribir es loable, o por mejorar en el proceso, cómo es mi intención,por supuesto. Pero cuando además sabes qué quieres contar... el camino se hace visible de forma automática.
ResponderEliminarXimens, gracias por pasarte por aquí de forma habitual. Hasta cierto punto, hoy en día sería obsoleto. La tecnología nos permite escribir y escribir sin gastar soporte, tinta... a veces eso permite que escribamos casi sin pensar, sin gastar neuronas...
ResponderEliminarEn este caso la connotación que suma "exiliado" y también "empuña" (ya se que no la nombras) me parece acertada.
Muchas gracias por pasar Ximens, y por comentar y analizar. Espero que no dejes de hacerlo, aunque en este caso no estemos de acuerdo.
Un saludo.