Había dicho que no participaría en este juego, y sin embargo mírame aquí participando, y por partida doble.
Salitre hizo lo que debía:
Nació, jugó, estudió,
trabajó, se casó,
trabajó, tuvo hijos,
trabajó, envejeció y murió.
En el limbo,
espera ansioso
la reencarnación.
Del siguiente no estoy seguro que pueda tratarse de un epitafio.
Su último deseo fue
que lo afeitaran a navaja
Hola Fernando, bonito el primero para una espera austera y ansiosa en ese limbo del que todos esperamos regresar. Ji,ji, al final, no has podido con esta tentación y has sucumbido a la idea.
ResponderEliminarEl último también lo es ¿por qué no?. El de Groucho Marx era algo tan breve como : "Perdónenme que no me levante". El de Cantinflas : "Parece que se ha ido, pero no" y el de Jhon Wayne : "Feo, fuerte y normal". Así que ese último deseo tuyo bien puede ser un epitafio.
Feliz 2012 y un abrazo Fernando.
Laura, muchas gracias. Un abrazo y feliz entrada de año.
ResponderEliminarEstá claro, aunque el trabajo esté por partida triple, merece la pena volver a vivir, quizás por lo que no dices. Y lo de morirse afeitado está bien siempre que solo se llevaran los pelos. ¿Quién es Salitre? (jeje), supongo que no eres tu, claro y así que se muera otro. Nos leemos paseando por el cementerio.
ResponderEliminarMe gustan los dos pero sobre todo el último, tiene un toque medio humorístico medo serio...aún ando buscando epitafios que algunos se me habían escapado.
ResponderEliminarSalut!!
Rosana
Está claro que Salitre trabajo. Supongo que espera reencarnarse para jugar un poco más...
ResponderEliminarMi enhorabuena por "Doce campanadas"
Espero no te moleste la intromisión, Fernando.
Un abrazo
Un buen epitafio...
ResponderEliminarNunca me afeité a navaja, voy a probarlo.
Un saludo.
HD
Hola Fernando. Me gustó tu epitafio. Creo que el final podría considerarse que sí, que lo es. en el momento en que te liberen del limbo, te afeitan a navaja. Vamos, que a mí me ha gustado, si lo viera en el cementerio, seguro que sonreía.
ResponderEliminarUn abrazo
El último es genial, imagino que lo afeitaría un barbero con parkinson, o cornudo.
ResponderEliminarUn abrazo, Primer.
Una vez muerto que te afeiten a navaja no es lo mismo, pero vale, me gusta!
ResponderEliminarDel otro quitaría algo de trabajo (por la vida, no por lo escrito que es muy cierto, la pasamos trabajando)
Abrazos
Nos pasamos la vida trabajando y durmiendo...Y en los intermedios vivimos...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Su última voluntad fue que la dejaran tan bella como era. Podía se también un epitafio..
ResponderEliminarBuena entrada , ingenio no te falta.
Holaaaaaaaaaaa, menudo epitafio me gusta por su sencillez y por que en pocas palabras, las adecuadas, dices mucho Sr.Martínes, de los Martínes de toda la vida...¿No? je,je,je...
ResponderEliminarNos une el mundo bloguero y el apellido...
Me quedo un ratico por aquí y pienso volver.
Besicos.
Donde se ponga una buena reencarnación...
ResponderEliminarLo de la navaja me ha sonado quizás antinavideño...ja,ja, ¿Se lo dijo a su enemigo?, ¿murió de navajitis??. Un saludo.
Vaya... se me acumula la faena. Y que contento que me pongo tras estar desconectado un día, volver y ver tanto tránsito. Muchas gracias a todos.
ResponderEliminarExacto Ximens, mejor que se muera otro. Que a mí ya me daba mal rollo el jueguecito antes de ponerme manos a la obra. Yo al cementerio sólo quiero ir a hacer fotos.
Rosana, tienes razón el segundo tiene un punto ácido y mi intención era abrir una incógnita huevo-gallina. ¿Fue el último deseo a causa de lo que pasó después o eligió ese como último deseo pre ejecución?
Patricia, las puertas de mi casa están abiertas. Espero que la estancia sea acogedora. Salitre espera la reencarnación para tener una vida dónde sea él mismo quien decida.
Humberto, yo daría algo por probar una de esas barberías de principio de siglo... pero ya no existen.
Elena, gracias por pasear entre las lápidas y sonreír ante la mía. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Miguelángel, si algo así debía tener el barbero, o muy mala leche... je, je, je
Anita, es que Salitre trabajó, trabajó y trabajó... que aunque cómo bien decía el gran Pepe, el trabajo dignifica, igual no hace falta tanta dignidad al fin y al cabo...
Rosa, bien venida. ¿Porque desde el aire?
Aniagua, por supuesto que podría ser un epitafio. Un abrazo.
ResponderEliminarCabopá, bienvenida a la casa de los Martínez. Puedes volver siempre que quieras, cómo si fueras de la familia. Gracias por comentar.
Mar, una buena reencarnación podría suponer una segunda oportunidad. Algo improbable pero interesante.
Muchas gracias a todos.
Espero que entréis con buen pie el nuevo año.
Me gustan mucho los dos:
ResponderEliminarEl primero es demoledor, pero muy bien traído.
El segundo, sea lo que sea, es bueno: lo que no dice es tan importante como lo que dice.
Vengo también para darte las gracias.
¡Tengo un lugar especial en tu blog! ¡Qué ilusión! No sé si merezco tanto... Bueno, sí, que debo animarme.
Así pues, las gracias te las doy yo a ti, eres muy amable.
Un abrazo.
Fernando, correspondo tu visita a mi casa y encuentro en la tuya no solo buenos amigos y mejores escritores, sino además unas piezas exquisitas.
ResponderEliminarA mi me gustó particularmente el segundo epitafio, que creo que lo es.
Me quedo asomado a tu ventana y señalaré tu casa desde la mía.
Un saludo.
Hola Manuela, te agradezco la visita. Te he puesto en un lugar especial porque visitaré tu blog a menudo, para aprender o reaprender lo que olvidé. Cómo ya te dije mi nivel ortográfico no es todo lo bueno que me gustaría y cada vez que voy a colgar un texto siento vértigo, pues no me gusta cometer estos errores.
ResponderEliminarTu labor es desinteresada y eso siempre es de agradecer.
Un abrazo.
Muchas gracias Pedro. La verdad es que me está resultando difícil pasar por todos los blogs que quiero, es increible el tiempo que puedes estar leyendo, comentando... así que aprovecho momentos como este para hacerlo. Miro a diario la lista de lectura y llevo días con ganas de pasar por tu casa ya que te he visto comentar con buen tino muchos de los blogs que sigo habitualmente. La visita se ha retrasado más de lo que quería, pero ha sido muy, muy interesante.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegro de que te decidieras a participar. Así que esperando la reencarnación jeje ¿podría ser en rana? croak, croak. Lo bueno es que los epitafios me trajeron hasta aquí y con tu permiso me quedo
ResponderEliminarsaludillos
Saludos Puck.
ResponderEliminarSospecho que Salitre querrá reencarnarse en cualquier cosa menos en Salitre.
Si, si, es un epitafio, en cuanto lo encuentre, te mando el comentario.
ResponderEliminarMuy bonito, esto de permanecer activo los momentos antes de morir.
Hola Beatriz.
ResponderEliminarGracias por pasar. Tienes razón, querer vivir hasta el último instante, aunque sea con cotidianidades pequeñitas. Me gusta tu lectura.