El orangután
de la litera superior apesta a sudor. Me sonríe luciendo su camello tatuado en
el brazo mientras enciende un cigarro.
La mañana de
los hechos el plomo de mi pasante entró en mi despacho cartapacio en mano. Iba
seguido de Miguelín. El niño quería demandar a su padre. Al parecer, había
incumplido la amenaza de denunciar a la maestra por castigarle sin recreo.
Pedía daños y “prejuicios” porque le prohibió bajar al socavón del patio que
apareció durante las obras del Ave. Miguelín había perdido en aquél agujero su
balón de reglamento firmado. Me ofrecí a mediar entre él y su padre, sin cargo.
Di el caso por concluido. Al mes recibí una citación del juzgado. Un colega
había aceptado a Miguelín cómo cliente, encontrando causa suficiente para
demandarme por incumplimiento contractual. Ante lo absurdo del litigio perdí
los nervios…
Suena un
timbre. La celda queda a oscuras.
Este relato ha sido seleccionado en el concurso de relatos sobre abogados del mes de enero. Siento el retraso, pero me encuentro inmerso en varios proyectos que apenas me dejan tiempo para respirar. Un saludo a todos, y gracias por mantenerme en el recuerdo...
Otros micros de la serie sobre abogados:
1.- Éntomos
2.- Punto de inflexión
Otros micros de la serie sobre abogados:
1.- Éntomos
2.- Punto de inflexión
Fernando, lo leí allí y me gustó, lo leo aquí y me gusta mas, yo también le puse cara a Miguelín, pero se me escapó el rabito. Que sepas que ese Miguelín te ha denunciado por atentar contra su intimidad...y no creo que encuentres abogado que te defiende.
ResponderEliminarMuy buen micro, ingeniosa historia, perfectamente trabajadas las cinco palabras que obliga el concurso, el inicio nos desconcierta y el final, con esa oscuridad está muy logrado.
Habrá que quedar y hablar y tirar algo para adelante, que ya echo de menos esa vitalidad que tienes.
un abrazo
Hola Xavier, muchas gracias por pasar a comentar.
EliminarLa verdad es que voy a ir a la farmacia a comprarme un bote de 1kg de Farmatón a ver si recupero algo de esa energía de la que hablas, que últimamente no estoy para muchos trotes.
Estoy esperando al fin de semana, a ver si encuentro un buen rato para descansar y darme un garbeo por vuestras casas, a ver que habéis hecho en mi ausencia.
Tenemos que encontrar un día para quedar, que hay muchos proyectos "indefinidos" sobre la mesa.
Enhorabuena por esa selección y ánimo, unas vitaminas y un par de días de relax ayudarían eh?
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias David.
EliminarPues si que vendrían bien esos días de relax, si.
A ver si nos los ganamos...
Enhorabuena, Fernando, es un placer ver cómo avanzas con pie firme en cuanto te propones. Seguro que esos proyectos te reclaman con razón.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias Susana.
EliminarHay que avanzar con paso firme, aunque sea por la cuerda floja.
Ya avisaréis si hay quedada próxima.
Me encanta este micro que es como una habitación oscura donde poco a poco va entrando la luz; entonces las cosas se acomodan a las formas que antes adivinábamos en la penumbra. La sonrisa acompaña a la contracción de las pupilas, gran micro. Por su construcción.
ResponderEliminarLo que a priori parece risueño acaba esbozando una cruda mueca carcelaria.
Mientras sigas escribiendo así va a ser difícil no mantenerte en el recuerdo.
Un fuerte abrazo; y lo mejor para tus proyectos.
Gracias por el comentario Juan.
EliminarMe pareció un tema interesante a microdesarrollar.
Intentaré dejarme caer más a menudo.
Hola Fernando, no leí todos los micros seleccionados, pero al ver tu nombre me detuve en este, en Miguelín y en su demanda de niño pequeño. Que un balón firmado vale mucho, como para prescindir de litigios por recuperarlo. Me ha gustado mucho, tanto como la primera vez, y espero que tus proyectos vayan por buen camino. ¡¡Mucha suerte!!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar Laura. La verdad es que me siento cómo cuando te vas a trabajar lejos de casa durante un tiempo y anhelas tu familia. Demasiados días apartado de vuestros escritos y comentarios...
EliminarMe alegras que hayas tenido un rato para asomarte a tu blog. Quisiera pedirte permiso para poner algunos dibujos tuyos en la entrada de "ILUSTRADORES", haciendo alusión a tu sitio, además del link de mis blog preferidos que ya está.
ResponderEliminarUn saludo y gracias!!!
Beatriz, por supuesto que puedes colgar mis dibujos. Intentaré pasarme por mi blog y por los vuestros tanto como pueda. Prometido.
EliminarTambién lo leí allí. Estás hecho un fenómeno. Si con lo poco que te prodigas últimamente te seleccionan siempre, como te tomes tanto farmatón te sales del planeta.
ResponderEliminarAbrazos.
PD: Cuenta conmigo si necesitas ayuda. Piensa que estamos cerca, a tiro de piedra vamos.
Muchas gracias Francesc, ja, ja, ja. No tomaré el farmatón. Gracias por los ánimos.
EliminarMe parece buenísimo, Fernando.
ResponderEliminarEs la primera vez que lo leo porque no sigo el concurso -algo que debería de hacer- y ubicadas las palabras obligatorias en tu texto, me admiro de cómo se puede montar una historia a partir de ahí o cómo te puedes obligar a encajar las palabras en la historia concebida.
Me alegra mucho volver a leerte, y no te reclamo más dedicación porque con los días que corren no podemos confundir las prioridades.
Un abrazo,
Cuanta razón tienes Pedro, cuestión de prioridades.
EliminarMe alegro de que te haya gustado. Lo de encajar las palabras forma parte del proceso y para mí es un estímulo.
Muchas gracias por pasar.
Me ha gustado mucho el relato. Los publiques hoy, mañana o el mes que viene, siempre será un placer leerlos.
ResponderEliminarBesos!
Quejica
Gracias por pasar Quejica. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarEnhorabuena, Fernando. El relato es muy divertido y representa bastante bien el estado de las cosas. Como sé que has tenido que colocar cinco palabras en tan corto espacio, doble mérito. Jodio Miguelín, va para estrella mediática.
ResponderEliminarHola, Ximens.
EliminarSin duda este niño se hará con toda la audiencia a poco que le dejen, y sobre todo, siempre que eso siga siendo tan importante.
Enhorabuena, Fernando. Un micro muy visual aún a pesar de la oscuridad carcelaria. Como dice Ximens, jodido Miguelín...
ResponderEliminarEspero que esos proyectos lleguen a buen termino.
Besitos
En eso estamos Elysa.
EliminarLo de situar al abogado en esa celda me pareció muy, muy oportuno.
Felicidades Fernando! Un relato muy original, con la dificultad de ingredientes obligados. Me encanta el inicio, esa entrada que te atrapa, a continuación el nudo y ese final oscuro dónde nos empujas hacia ese temible orangután.
ResponderEliminarMe consta tu actual estado así que BRAVO de nuevo!
Un abrazo!
Gracias Mònica.
EliminarLa realidad supera a casi siempre a la ficción, ayer leí una noticia sobre la detención de unos padres por la denuncia de su hija de 16 años por haber sido castigada a "no salir un finde"...¡anda que estamos apañados".
ResponderEliminarEl relato es perfecto no me extraña que haya sido seleccionado.
Besicos
Gracias Cabopá.
EliminarLa verdad es que se oyen unas cosas hoy en día... que cualquier cosa que escribas puede haber pasado, por inverosímil que parezca.
Me gustó mucho el micro, Fernando, y me pareció totalmente verosímil. Las pinceladas que repartes, como el balón, el camello, el socavón, los "prejuicios", mantienen la atención hasta el timbre final, con el que el lector vuelve a la realidad.
ResponderEliminarLlegué a tu blog a través de Susana Camps y su reseña sobre Moebius. Gracias por acercarnos a su obra, por contarnos tu experiencia y el relato. Un abrazo.
Gracias
Muchas gracias a ti por pasar. Arte Pun.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado el relato. Te abro las puertas de casa para que vengas siempre que quieras a comentar.
Susana es una buena amiga y, seguro que ese enlace desde su página puede hacer más posible que mi intentona de hacer un tributo a Moebius se haga realidad.
Muchas gracias.