Dicen
que los fantasmas no existen pero me siguen dando miedo. Sobre todo por la
noche, cuando me sepulto bajo las mantas y leo mis cuentos de terror a la luz
de la linterna de papá. Es extraño que él no haya vuelto todavía. La guerra
acabó, ya no somos rojos. Levantaron de
nuevo el muro que derribó la bomba sobre mi cama y lo pintaron de
blanco, luego: papel pintado, gotelé, pintura pastel, estucado veneciano y
ahora pintura blanca de nuevo, pero con vinilo decorativo. Yo sé que papá
volverá y me traerá cuentos nuevos, estos ya me los se de memoria.
La
ilustración pertenece a un libro de texto que ilustré para Editorial Barcanova.
El relato ha sido publicado en L'Independent de marzo. Diario de tirada local
de Barberà del Vallès. Este micro empecé a escribirlo para un concurso, algunos
lo sabréis por la frase de inicio, pero no llegué a tiempo y además me pasaba
de los límites. En esta ocasión un concurso me ha servido para escribir aunque
al final no me haya presentado. Por otro lado si me ha permitido mantener el
compromiso que cogí con el diario. Un saludo a todos desde la intermitencia.
Quizá te interesen los otros micros de la serie: La voz de los niños.
Saludos Fernando,
ResponderEliminarUna vez más, las historias asoman bajo las lineas envolviéndonos con un ritmo pausado, sedoso...para finalizar con un sorprendente desenlace.
Me parece una idea brillante la estructura de narración, cómo se cuenta el relato, el reto de ir mostrando la información que nos conducirá al nudo final.
Enhorabuena! Un abrazo!
Gracias Mònica.
EliminarMe ha gustado tu micro. Es excelente. El paso del tiempo se aprecia maravillosamente por la pintura de esa pared. Los límites de palabras en ese concurso eran en exceso mínimos. Es difícil asustar en tan pocos caracteres A tí te ha quedado de miedo, aunque no lo hayas podido presentar. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Mar. La verdad es que siempre trabajo de la misma forma. Leo las bases del concurso y escribo lo primero que se viene a la cabeza, después releo las bases y intento adaptar lo escrito (si creo que merece la pena) para que entre dentro de los límites... A veces el micro manda y no entra por la puerta del concurso.
EliminarMe encanta la soltura de las letras, el discurrir por las paredes pintadas de distinta manera, todo hace pensar en la esperanza...
ResponderEliminarYo no lo conocía, la ilustración le viene como anillo al dedo o mejor como la lectura repetida para que no se olvide...
Besicos
Muchas gracias por pasar Cabopá.
EliminarLástima que esa esperanza es la que lo ancla a este plano.
¿Te imaginas lo aburrido que sería leer siempre a misma historia?
Qué suave Fernando, el tiempo pasa y con dulce esperanza el niño pasa sus días. Me gustó mucho como lograste el paso del tiempo, con el papel de la pared, es espectacular.Es de una emoción preciosa. Se me hizo un nudo en la garganta cuando sin proponérmelo estaba en el alma de este niño. Sin embargo, como siempre pasa, en el fondo más escondido de los corazones de cada uno, se aloja un hilo de esperanza. Muy bonito. Te felicito.
ResponderEliminarMuchas gracias Beatriz. La verdad es que disfruté mucho escribiéndolo, sin quererlo, en este relato hablo de muchas mas cosas...
Eliminar¡Bendita intermitencia, Fernando!
ResponderEliminarExcelente micro, que constreñido a lo ensencial y dentro de un esquema de acción posible, contiene una carga emocional profunda.
Un abrazo.
Gracias por seguir pasando por mi casa Pedro. Te agradezco el comentario, en este relato los puntos de fuga son muchos y la mayoría abiertos al lector. Gracias por cruzar la puerta.
ResponderEliminarQué bueno, Fernando. Cuántos padres no volvieron. Cuántos hijos siguen esperando, aun sabiendo que nunca regresarán ya. Por suerte, como dices, a uno siempre le queda pensar que los fantasmas no existen. Aunque den miedo. Mes gustó mucho, Fer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar Miguel Ángel.
EliminarMe alegro de que ta haya gustado... yo casi veo a mi niño de la bomba mirando por la ventana a tu patio.
Podrías pasar por mi blog y ver. Un saludo. Gracias.
ResponderEliminarYa he pasado, y cómo podrás comprobar he hecho una sección especial para blogs que sigo, aunque no sean exactamente de microrrelatos.
EliminarUn abrazo, Beatriz y gracias.
Esa entrada que has hecho en tu blog con mis dibujos ha sido emocionante.
Desde aquí animo a los seguidores del blog a visitar el de Beatriz: http://beatriznscarano.blogspot.com/2012/03/fernando-martinez.html
Muchas gracias!!!
EliminarEs un relato tremendo, creo que se refleja muy bien la ingenuidad de los niños. Muy bueno ese transcurrir del tiempo por los colores de la pared. Me hace pensar, que ya es adulto pero sabe que su padre volverá, pues no se ha ido.
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