No sé, —murmura Manuela
compungida ante el rictus escéptico del juez— creo que todo empezó al mudarnos.
Oía a mi vecina a través de la pared. No su voz, —recalca tajante— sus pensamientos.
Esa zorra pretendía beneficiarse a mi marido. Cuando se lo dije a Carlos no me
creyó, pero empezó a sonreír estúpidamente. Imagínese, esa pelandusca y el
cerdo de Carlos haciendo de todo en mi propia cabeza. Entonces llegó la
telequinesia. Carlos seguía sin creerme, pero un día empezó a levitar. ¡Mira
Manuela, vuelo! Salió por la ventana y mi talento desapareció. Eso es todo
—concluye serena—. ¿Su Señoría tampoco me cree?
Presentado al REC en primer término y a los despojos del REC en segundo término...
Me gusta la Manuela. La veo seria y quitándose roña de debajo de las uñas mientras declara ante el juez.
ResponderEliminarNo me gusta la frase final. Para mi gusto sobra.
Definitivamente vamos a poder hacer un libro personal de cada despojado.
Nos vemos.
Abrazos.
Puede que tengas razón, de hecho, estuve dudando hasta el final si ponerla o no... era esa intención de dar un segundo salto mortal y dar un punto de fuga... Quizás un "¿Acaso no me cree?" fuera mejor.
EliminarUn personaje redondo, redondo, Fernando... ¡buenísimo, el vuelo del embobado!
ResponderEliminarAbrazos sonrientes
Gracias Susana.
EliminarLa verdad es que llevo un par de semanas intentando hacer algo mas ameno. Que no hay que tratar siempre de salvar al mundo. je, je.
Muchas gracias por pasar y comentar.
Es que es muy molesto tener al marido y a la pelandrusca haciendo de todo en la cabeza de una...
ResponderEliminarGracias por la sonrisa
Besos desde el aire
Si he producido una sonrisa, ya estoy satisfecho.
EliminarGracias por pasar Rosa.
Pues ya la creo, Fernando, porque esas ideas enrolladas en la mente de Manuela tuvieron que darle mucho dolor de cabeza.
ResponderEliminarBuen despojo para tu colección de despojos. Ya queda menos... Besos y que disfrutes de los días de descanso.
No me canso de repetir que es cuando me encuentro micros como este en que mi confianza en el certamen se tambalea, Fernando. Acabo de oir el audio de la final (en el rincón de Laura) y no entiendo como tú no has sido finalista con esta joya.
ResponderEliminarTe dejo aquí mis aplausos.
Un abrazo,
Manuela es genial y consigues darle el tono justo al relato para que nos la imaginemos. A mi me encanta.
ResponderEliminarsaludillos
Como dice Puck, es muy visual tu Manuela. Me ha encantado ese derroche de imaginación.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Fantástico. ¡Y se lo merecía! Qué es eso de andar haciendo cositas con la vecina en la mente de una...
ResponderEliminarHola, con un poco más de retraso del que hubiese preferido, te informo que la publicación que recopila todos los trabajos que participaron en la I Carrera Verde ya está lista. La encontrarás en Microrrelatos al por mayor y espero que te guste.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar, Luisa.