Tras
resbalar en la curva de Mercaderes el toro se da la vuelta. El resto de corredores,
cabestros, público, incluso el vallado y la ciudad, desaparecen. El blanco y el
rojo se esfuman. Solo queda el negro. Seiscientos kilos de negro intenso y
sudado que te miran, que huelen tu miedo. Un sonido, tu corazón bombeando con
fuerza. El toro rasca el suelo, y recuerdas. Recuerdas las palabras de tu madre
—No vuelvas tarde, ponte la chaqueta que hace frío, todo tiene solución, menos
la muerte—, recuerdas su entierro, los pésames y las coronas, dolor,
sufrimiento, resignación, dolor al descubrir el amor, primer beso, instituto,
primera novia, primeros cuernos, ruptura, universidad, Clara, amor, juergas,
licenciatura, muerte de tu padre, primer sueldo, boda con Clara, pisito en el
centro, ascenso, Nueva York, Miguel, tu hijo, interminables jornadas laborales,
tu segundo hijo, Héctor, vacaciones en la playa, segundo ascenso, viajes de
negocios, canitas al aire lejos de casa, amante, segundos cuernos con tu vecino
Héctor, divorcio y tu decisión de correr los Sanfermines. El toro rasca el
suelo pero no embiste. Te mira cómo si pudiera leerte el pensamiento y con ojos
brillantes, de lástima o de rabia, sube por Estafeta.
Hola Fernando!!
ResponderEliminarExcelente relato,cómo pasa la vida delante de él,cuando cree que todo va a terminar y como el toro,como si supiera de su ventaja ante el hombre,le perdona la vida,ya ves,el toro también siente compasión,la que a veces no tenemos los humanos.
Un abrazo Fernando!!
muchas gracias Estrella.
EliminarExcelente Fernando, "a bout de souffle" esta vida intensificada por la amenaza de muerte y genial el giro por conmiseración del toro. Mucho ritmo y mala leche, como decía una amiga mía de André Gide.
ResponderEliminarAbrazos
La mala leche trasciende sin buscarlo demasiado en estos días que vivimos, llenos de injusticias inexorables.
Eliminarabrazos.
Muy bueno. El prota vio pasar delante de él toda su vida. Bien contado Fernando. Y el título complementa al texto. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias David. me alegro de que te haya gustado.
EliminarFernando, qué suerte que a tu protagonista se le girara el vitorino apodado "Vidente": toro negro zaíno, 600kg, bragado, cuerniancho,...
ResponderEliminarMe ha gustado su final diferente, con quiebro inesperado, como si continuaran corriendo los sanfermines mientras ese parón vital. Un indulto animal poco humano...
Un beso
A veces la mejor forma de explicar lo que quieres es contar lo contrario. Quizás lo he conseguido.
EliminarGracias por pasar.
Pues Fernando, con esa casi despedida de la vida que relatas, cuánta suerte al ser el toro un perdona vidas...
ResponderEliminarMe gustó tu relato, ágil y que casi te deja sin respiración mientras lo vas leyendo, te metes en la piel del protagonista.
Un saludo desde mi mar,
Muchas gracias por pasar Yashira.
EliminarQué bueno, Fernando. Qué benevolente el toro. Pobre, no sabe aún que el torero no lo será. Me gustó mucho esa vida resumida entre comas, y metida entre los paréntesis que abre y cierra el toro. Felicidades, Company.
ResponderEliminarAbrazos.
El torero no lo será. Nunca lo es, y eso da para otro micro de fantasía, en el que el torero decide no matarlo porque se apiada del toro.
EliminarQuizás lo escriba.
Me ha gustado tu micro San Ferminero; esa indulgencia del toro te ha quedado bordada.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias por pasar a comentar Paloma.
EliminarUna vida resumida en tres líneas. Yo creo que al toro le ha dado lástima, al ver en los ojos del hombre una vida larga en vicisitudes pero en realidad estrecha como un hilo. A mí los toros de los San Fermines me parecen la muerte corriendo entre las calles y los hombres jugando con ella, tremendo. Buen micro, casi he podido ver al toro. Un abrazo.
ResponderEliminar(Voy a dejar el curso para septiembre, ahora estoy agotada y pronto me voy a ir de vaciones. Ya me contarás tú).
Espero haberte constestado sobre el tema del curso... porque ahora mismo no se si lo hice, o sólo quise hacerlo. Yo también lo dejo para Septiembre y me adaptaré a tu preferencia. Todos los temas literarios me parecen interesantes y prefiero tener alguien en el grupo conocido.
EliminarPararse a pensar en los primeros cuernos le ha salvado de ver los últimos
ResponderEliminarBuena apreciación Fidel.
EliminarGracias por pasar.
Formidable, Fernando, realmente formidable.
ResponderEliminarUn micro de drama intenso narrado con una precisión extrema, constreñido a lo esencial, gozando de un excelente pulso narrativo.
Con tu permiso lo compartiré en mi FB.
Mis aplausos.
Un abrazo,
Muchas gracias por todo Pedro.
EliminarMe alegro de que te haya gustado tanto como para compartirlo.
Un abrazo.
Oye Fernando ...lo has etiquetado como "concurseros" ¿y en qué concursa?. A mí me gusta por esa enumeración que escribes de toda una vida. Unos sustantivos que listados de esa forma resumen buena parte de nuestras vivencias aún no habiendo corrido ningún San Fermin, o no haber llegado a alguno de ellos.
ResponderEliminarFelicidades por el micro, y ya me dirás ....
BESOS: Laura.
Lo presenté al concurso de microrrelatos de Sanfermines... y evidentemente, no quedó clasificado.
EliminarSiento el retraso.
Cómo he tardado tanto paso por tu blog a repetir comentario.
Besos.
El eterno debate....
ResponderEliminarTeniendo en cuenta que acabamos de dar carpetazo a los san fermines hasta el próximo año, muy apropiado el tema.
Saludos.
Gracias por pasar a comentar.
EliminarEs que he visto esa mole negra y sudada y la mirada. Muy bueno, ese ver la vida mientras se enfrenta al toro que decide "pasar" de él. Muy buen micro.
ResponderEliminarBesitos
Muchas gracias Elysa.
EliminarMe alegro de que te haya llegado.
besos.
Pues para seguir en el ambiente, OOOOOOOOLEEEEE.
ResponderEliminarGracias por pasar Antonia.
ResponderEliminarUn placer, escuchar tu relato entre tantos amigos en Ágora.
Un abrazo.