Nuestra amiga microcuentista Acuatica nos propuso algo muy interesante. Dado que dentro de una hora, el 21 de diciembre se acabará el mundo... -¿No te habías enterado? ¡Si todo el mundo lo sabía, hasta en Groenlandia!- Bien, cómo iba diciendo... dado que mañana, 21 de diciembre de 2012, se acabará el mundo. ACUÁTICA nos propuso - cuando el mundo todavía era mundo- escribir un microrrelato para abandonar el mundo de una forma creativa. La única norma es que debía ser publicado el 20 de diciembre de 2012 a las 23 horas.
Por este motivo dejo el mío aquí. Si alguno de vosotros malsobrevive a la hecatombe, podéis visitar el resto de propuestas en NO ME VENGAS CON HISTORIAS.
Yo he programado 1001 microrrelatos con ilustraciones para hacerle un guiño al destino y, al menos mi blog siga vivito y coleando hasta la próxima catástrofe.
Au revoir.
Por tercer año consecutivo, es
agosto y no ha dejado de nevar. El firmamento ha quedado vacío de estrellas. La
tierra se ha estremecido en heladas tinieblas y las montañas se han quebrado en
gigantes que caminan sembrando caos y desolación. Los mares han crecido
anegando la tierra, permitiendo que el navío construido con las uñas de los
muertos llegue a las puertas de la ciudad. El cielo se ha partido en dos. El
mundo está en guerra. Una guerra de vivos y muertos. El sonido del cuerno de batalla del vigilante eterno se ha
oído lejano. Las señales son evidentes, la profecía inevitable y mientras
tanto, Odín, decidido a cambiar el destino, ha desparecido.
Hola Fernando!!!
ResponderEliminarDa un poco de miedo, tanta catástrofe, pero imagino que cuando tenga que venir será algo así o peor!!
Lo has escrito extraordinariamente!!!!
Ah, que el mundo se acaba mañana????,con la de cosas que tengo que hacer...no sé si me dará tiempo...jaja, por si acaso y cruzo los dedos, te digo que ha sido un placer leerte y...por si sobrevivimos, te deseo una Feliz Navidad!!!
Un abrazo!!!!
Buena descripción apocalíptica, claro, que solo para los bárbaros del norte, los más bárbaros del sur seguirán esperando el de los siete caballos. Nos vemos en el infierno de los escritores.
ResponderEliminarSí señor, así es como debe ser un fin del mundo, que hasta Odin pase de nosotros.
ResponderEliminarAbrazos!
Fernando no se como entrar en contacto contigo, te huviese enviado un email pero no lo encuentro. Estas dentro de mi grupo según dictaminó Luisa Hurtado. Entra en contacto conmigo, email ponfiel@hotmail.com o cirujanodeletras.blogspot.com
ResponderEliminarUn cordial saludo
Con un mundo así, ni Odín quiere quedarse para tratar de arreglarlo.
ResponderEliminarBuen relato bebiendo de la mitología nórdica ;)
ResponderEliminarMenuda descripción. Cómo te mueves en estos lares, Company, lo manejas de maravilla. Y Odín, no estaba muerto, estaba de parranda...
ResponderEliminarUn abrazo
Uuuuuuuuuuuuuuu, ¡mitología nórdica! Muy apocalíptico y con un dibujo chulo, chulo para acompañar ^_^
ResponderEliminar¡Gracias por haber participado! :)
Me gusta el mundo catastrófico que describes, y que no llega a agotar al viejo que todavía sigue girando... Odín aparecerá, estoy segura, con la solución de su mano... Por qué van a valer más las decisiones mayas que la energía del dios Odín???
ResponderEliminarBesos de la nueva era y Felices Fiestas, Fernando.
Es lo más parecido a un micro cómic, Fernando!!
ResponderEliminarTodo preparado y Odín desaparecido. Qué mal queda jeje. Me gustó este final apocalíptico.
ResponderEliminarsaludillos