Levantarse con dolor de cabeza es terrible. Si además tienes un día lleno de compromisos que termina con una semana complicada... Es normal que los monstruos que habitan tu cabeza en esos días terminen escapando al exterior, quieras o no quieras.
Los barrotes se doblan, los grilletes se abren, las cadenas se quiebra y ellos huyen... y no puedes controlarlos. Utilizan cualquier fisura en el muro para traer el invierno hasta tu puerta.
Te pongo una notita para agradecerte el comentario sobre "Oir un cuadro". He estado curioseando en esta espiral de tinta y algunas de tus ilustraciones me han encantado. Por ejemplo, el cartel de Sant Jordi 2011. Envidio mucho a la gente que es capaz de dibujar o pintar.
ResponderEliminarCon mi saludo va un poquito de bálsamo de Fierabrás, ese que quita cualquier dolor, o una píldora de calmamonstruina, eficacia probada.
Muchas gracias palique.
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