Esta mañana he necesitado releer a
Saramago. Me gusta Saramago en primavera aunque su prosa recuerde al Verano de
Vivaldi. Me gusta su forma de enramar historias. Me gusta tanto, que querría
aprender portugués para apreciarlo sin el filtro de Losada. Pero no lo hago,
cosas de haber nacido perezoso. Esta mañana he caminado descalzo y hambriento
hasta la estantería donde vive mi colección. Al extraer el “Ensayo sobre la
ceguera” se han caído las palabras al suelo. Acero y piedra, de golpe, pluma y
nube relamiendo el aire, jilgueros —en plural— y avión —en singular— han volado
por la ventana aprovechando que estaba entreabierta. Apresurado, he recogido el
resto para evitar fugas. Las he reinsertado avivadamente entre las páginas, al
batiburrillo, sin miramientos ni concierto. Lo curioso es que al leerlo, el
libro seguía teniendo sentido. Otro sentido, pero sentido al fin y al cabo. Por
un momento la tentación de registrarlo se ha apoderado de mí, pero bien mirado,
mi ídolo en persona —o en espíritu– me ha hecho un regalo exclusivo. He creído
desconsiderado compartirlo, así que he devuelto a la estantería el ejemplar
reconstruido y he salido a comprar uno nuevo para esperar la próxima primavera.
Con este microrrelato participo en ENTC en el mes de noviembre. El tema? La palabra inventada.
Que tengas mucha suerte..
ResponderEliminarEspecial texto el tuyo.
Un abrazo
Muchas gracias. El resultado del concurso no es lo más importante en este caso.
EliminarUn abrazo.
No me gusta mucho Saramago,
ResponderEliminarMe gusta tu microrrelato.
Un abrazo.
Gracias por pasar CDG.
EliminarMe alegro de que te guste mi micro y respecto a lo de Saramago, respeto tu gusto. Faltaría más.
Un abrazo.
A mí también me gusta Saramago, pero hoy este micro me ha encantado. Bonito homenaje si es eso lo que has pretendido.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Muchísimas gracias por pasar y comentar. me alegro de que te haya gustado.
EliminarSiempre me ha maravillado como la escritura de Saramago, con esa extraña estructura que da a sus textos, es capaz de fluir como lo hace. Y tu la has explicado de forma magnífica.
ResponderEliminarMuy bien Fernando.
Suerte, un abrazo.
A veces da la sensación de que empieces por donde empieces todo encaja perfectamente... de ahí este escrito. Un saludo, Miguel.
EliminarMe hiciste pesar en Borges y su libro de arena. Homenaje a Saramago que, a mí sí, me gusta.
ResponderEliminarAbrazos
Me alegro de que te haya gustado. Reconozco que aún no he leído a Borges, lo tengo pendiente. Abrazos.
EliminarBuen desamaragiamiento.
ResponderEliminarGracias Xesc.
EliminarBuen homenaje al escritor. Buena aportación la tuya, con esa metáfora de que en cada lectura extraes nuevas enseñanzas, esos objetos que salen por la ventana entran por los ojos del lector. Por otro lado decir que acabo de compartir tu "Encerrado por cierre" con la voz de Mar. Estoy releyendo DeAntología pausadamente y tu relato me parece "muy bueno".
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario Ximens. Creo que para Deantología todos los antologados dimos el máximo de nosotros mismos.
EliminarRespecto al tema de Puck, ya está solucionado... despistado que es uno.
Un abrazo.