Mientras
su padre cerraba la tapa del contenedor oyó alejarse a doña Carlota. Arrastraba su malcriado
chihuahua entre aspavientos y maldiciones. El Kevin siempre había querido un
perrito con quién jugar, un compañero de correrías. Había prometido encargarse
de todo. Le enseñaría a sentarse, a saludar, a rodar sobre si mismo y otras
cabriolas más lucrativas para el semáforo. ¿Quien sabe? Igual conseguía ahorrar
para una chabola y que abandonaran el contenedor de una vez, pero su padre no
quería entender nada de nada, era un conformista. No te quejes, decía siempre
que sacaba el tema, peor lo tienen los vecinos, los del contenedor de vidrio.
A resistir como sea, es lo que toca. Crónica distópica de un futuro ¿cierto?
ResponderEliminarMe gustó mucho Fernando, creo que el ReC no es muy abierto a la crítica social, pero yo sí.
Abrazos.
Puede que lleguen demasiados relatos de crítica social al concurso ahora mismo, puede que estén cansados, como nosotros, como yo, por eso sigo escribiendo este tipo de micros.
EliminarGracias por pasar Miguel.
Eres todo un experto en micros. Tremendo giro al final, Fernando.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias Aniagua. ¿Experto? aprendiz diría yo.
EliminarUn abrazo.
Muy buen micro Fernando, como dice Miguel con aroma nítido a crítica social.
ResponderEliminarBuen intento. Suerte para la próxima.
Saludos.
Gracias Alfonso.
EliminarSeguiremos intentándolo.
Saludos.
Muy bueno, Fernando. Voy a hablar con los de la Ser para que hagan una edición visual y puedan además verse tus ilustraciones. Qué lujazo.
ResponderEliminarBesos
Una edición visual en la radio???? eso también daría para micro. Gracias por comentar.
EliminarSi es que el que no se consuels es porque no quiere. Conformismo, retrato de un sector de la sociedad que desgraciadamente va en aumento...De todo tiene este micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar Yolanda. De eso es de lo que habla, aunque sea de lejos.
EliminarUn abrazo.