Esta vez el desafío es cosa mía y el escenario insuperable. Cuando oigo el inicio del discurso sé que es el momento, no puedo fallar. Me ha tocado esquiar sobre el tejado de la iglesia y caer sobre el castillo inflable que el ayuntamiento ha montado para el meeting del alcalde. Las rodillas me tiemblan antes de darme impulso, pero no es momento para cobardes. Me empujo. Al principio los esquís se encallan pero enseguida van ganando velocidad. Estoy volando y el castillo se ve pequeño desde aquí arriba. Aterrizo con un estallido de huesos. Sé, a ciencia cierta, que me he roto otra vez la cadera, y noto una presión preocupante en el pecho. Rabiando de dolor busco entre la fila de niños estupefactos hasta que veo a Faustino con la cámara nueva, y rezo para que haya recordado las instrucciones que le ha dado su nieto esta mañana.
Este microrrelato estuvo en las valoraciones finales en la categoría de microrrrelato local en el com¡ncurso de la Microbiblioteca de Barberà del Vallès de noviembre.
Si la memoria no me falla, creo haberte dado la enhorabuena allí, Fernando.
ResponderEliminarSi no fuera así, rectifico y te envío mis parabienes por este micro estupendo.
Un abrazo.
Si lo dicho y lo dicho, Fernando, internet puede ser un peligro (y más en tiempos de crisis) y tu ascenso es imparable. Y yo que me alegro. De lo segundo, claro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uff que carrerón!! Felicidades!!
ResponderEliminarEnhorabuena Fernando!
ResponderEliminarLa trama es original y divertida, con un toque de ironía que provoca sonrisas.Esperemos que sólo sea una cadera rota...
Un abrazo!
Hola Pedro, espero que hayas empezado bien el año.
ResponderEliminarSi que comentaste en el blog de la microbiblioteca. A veces dudo si duplicar o no la publicación de los microrrelatos, pero me gusta tener todo el material en un mismo sitio. De ahí la duplicidad.
Gracias por pasar y volver a comentar.
Si que puede ser un arma de doble filo esto de internet Miguelángel. En cuanto a lo del ascenso, yo no le daría demasiada importancia, y todos los ascensos se paran tarde o temprano. Yo espero no perder las ganas de seguir escribiendo y leyendo. De momento en 2012.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aniagua de carrerón nada, que apenas tengo un par de docenas de micros. Queda mucho, mucho, mucho...
ResponderEliminarGracias por pasar.
Hola Mònica. Pues no sé cuantos huesos se habrán roto, pero también es interesante imaginar a esos abuelitos tan osados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Está muy bueno, me gusta el camino que emprende para llegar a la conclusión; es como que descoloca y entonces genera más extrañamiento, me gustó mucho.
ResponderEliminarLa única duda que me quedó es que quizás el dibujo anticipa un poco el final (por otra parte, un dibujo espectacular)...
Muy bueno, si bien no escribo microrrelatos me encanta leerlos... así que ha sido una grata experiencia escribir mi primer comentario aquí.
Saludos Fernando
Lo leí allí cuando los publicaron pero me alegro de volver a leerlo porque como siempre disfruto con lo que escribes, y me parece que nos transmites una imágen fotográfica de lo que sucede en cada momento.
ResponderEliminarGracias a Dios, tu blog está bien situado sin tener que recurrir a tu exposición física en las alturas. ¿Crees, por el contrario, que nos exponemos en lo psíquico?.... bueno, lo dejo ahí por si alguien quiere reflexionar....
Un besote Fernando.
Juan, muchas gracias por el comentario.
ResponderEliminarLa verdad es que llevo viéndote por los blogs de amigos bastante tiempo y tenerte aquí es un placer.
Tienes razón, el dibujo anticipa la sorpresa del micro, dudé si ponerlo o no... o poner otra cosa... ya veremos, igual busco otro más apropiado, pero no se cuando tendré un momento, porque últimamente se acumula la faena.
Entré en la frutilla paranoica. Si tu no escribes, lo que vas colgando allí que és?
Un abrazo y buen comienzo 2012
Hola Laura. Tu pregunta me ha hecho reflexionar. Sinceramente, yo no me expongo demasiado porque mis historias son imaginadas en un 95%, así que mi intimidad psíquica queda a buen recaudo. Creo que hay otros microblogueros que exponen mucho más que yo al ser sus relatos más cercanos e íntimos. Al escarbar más, su implicación en la aceptación de la crítica o de la valoración del lector es más "personal". En mi caso es estrictamente técnica. Me gusta hacer las cosas bien, y eso mismo es lo que me permite aceptar las críticas o análisis de mis textos de forma positiva.
ResponderEliminarNo sé si te referías a esto en concreto. Pero me parece un buen tema de debate. Quizás habría que enviárselo a Susana para su viernes.
Un abrazo.
Como se dice por ahí...no se puede vivir con miedo. Feliz año!
ResponderEliminarBesos
Quejica
http://soyquejica.blogspot.com
No, Quejica, no se puede vivir con miedo.
ResponderEliminarFeliz año y gracias por pasar.
Enhorabuena con mucho retraso por tu entrada en REC y felicidades por el micro, tan trepidante y que supongo está inspirado en los tradicionales saltos del 1 de Enero. Lo de la nostalgia analógica es común.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar Ana.
ResponderEliminarLa era digital nos está pasando por encima y por mucho que aleteemos no acabamos de mantenernos a flote.
Bravo Fernando: El micro -relato esta súper way.
ResponderEliminarHe pasado un rato agradable mientras lo leía.
Gracias por compartir tus graciosas e interesantes letras.
Te dejo mi gratitud y mi estima Un abrazote y se muy feliz.
Muchísimas gracias por pasar y comentar Marina. Me alegro de haberte hecho pasar un buen microrrato.
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